Debido a las recomendaciones de cuidado emitidas ante la pandemia de coronavirus, tenemos que quedarnos en casa. La familia se agrupa en el hogar entre el trabajo en casa, y las plataformas virtuales del colegio, entre otras estrategias, pero excluye los vínculos sociales presenciales. Los mayores de 60 años necesitan mayor atención y extremar recaudos, al igual que otros grupos de riesgo, como las personas asmáticas, inmunodeprimidas, diabéticas, y con enfermedades cardíacas y respiratorias. Una forma de cuidar a nuestros adultos mayores es hacerlos permanecer en su casa y evitarles el contacto en exceso con otros miembros de la familia y el exterior, aunque eso implique alejarse de sus nietos por un tiempo. Pero, ¿cómo mantener el vínculo con los más pequeños
¿Qué recordarán mis nietos? La huella de los abuelos en la memoria, y en la vida
“Una de las cosas importantes para compartir tanto con los pequeños como con los abuelos es que la medida de no ser visitados y quedarse cada uno en su casa es para cuidarnos entre todos.No hay nadie que esté siendo dejado de lado, sino todo lo contrario. Para cuidarlos es que nos mantenemos aislados. Por eso, lo aconsejable en este momento es que, en caso de ser necesario, una sola persona por familia los visite para evitar la posibilidad de contagio
Es necesario aclararles a los niños que no hicieron nada malo y no son responsables del distanciamiento: “Es importante explicarles que el no poder ver a sus abuelos en forma presencial no tiene nada que ver con algo que ellos hayan hecho. Podemos decirles que los abuelos, al ser más viejitos, tienen más posibilidad de enfermarse. Por eso, como queremos cuidarlos, por un tiempo vamos a verlos de una manera diferente. Es una forma de cuidarnos entre todos”.
Hay infinidad de posibilidades para poder mantener el vínculo.
¿Qué podemos hacer, desde nuestro lugar de papás e intermediarios?
Responder a los niños todas las preguntas puedan tener en relación a la salud de sus abuelos, tanto por cosas que hayan escuchado en la televisión o que ellos mismos piensen. Hacerles saber que al quedarse en su casa, los abuelos están protegidos, y que luego de un tiempo van a poder volver a verlos, abrazarlos y darles besos.Que puedan poner en palabras lo que sienten, lo que piensan. Que puedan expresar de alguna manera si los extrañan, si sienten miedo o están enojados por no poder verlos.
Los abuelos cumplen un rol muy importante en la vida de los chicos.
“En este momento, el mayor riesgo de los abuelos es la depresión, porque van a estar más aislados, con menos actividades y más en soledad. Entonces toda demostración de cariño que se nos ocurra será muy bienvenida”.
- Para evitar el distanciamiento podemos invitar a los niños a hacerles dibujos, escribirles mensajes de Whatsapp, hacer galletitas, o hacer videos con saludos y mandárselos.
- También se puede hacer videollamadas, que acercan mucho porque son en tiempo real. Esto puede favorecer la sensación del contacto inmediato y es una gran oportunidad para compartir anécdotas, cuentos, historias y juegos de la infancia.
- Los abuelos, por su parte, también pueden hacer algo retributivo. Pueden grabar un mensaje o enviar algo preparado para sus nietos.
- Si alguno cocina, el familiar que sirve de conexión puede llevar a los chicos algún plato para ellos.
“Hay infinidad de posibilidades para poder mantener el vínculo y esto también puede transformarse en una posibilidad de generar nuevos tipos de formas de vincularse”,
- Por ejemplo, se puede compartir alguna cena o almuerzo aunque sea a través de una pantalla. Los abuelos pueden cantar una canción o un cuento de buenas noches por el celular antes de que los chicos se vayan a dormir.
- Los nietos pueden enseñarles sobre el uso de Internet y las redes sociales. Este intercambio de experiencias puede ser muy enriquecedor y divertido.
Los abuelos también pueden grabar un mensaje o enviar algo preparado para sus nietos.
Los abuelos cumplen un rol muy importante en la vida de los chicos, les dan amor, los miman y los cuidan. Además, son los encargados de transmitir la historia familiar, los recuerdos y las experiencias vividas. El desafío, es que puedan seguir compartiendo aunque los niños no puedan verlos de manera presencial en este momento.