En verano, las piscinas se convierten en el paraíso de los niños: chapoteos, risas y saltos sin parar. Pero lo que muchas mamás no saben es que también pueden ser escenario de golpes y traumatismos dentales muy comunes en esta época del año. 😱
👦🏻👧🏼 ¿Por qué ocurren?
- Saltos imprudentes al agua
- Resbalones en los bordes mojados
- Juegos bruscos con otros niños
Todo eso puede terminar en un diente roto, desplazado… ¡o incluso perdido!
🦷 ¿Qué hacer si tu hijo sufre un golpe en la boca?
- Mantén la calma y revisa si hay sangrado o dientes movidos.
- Aplica frío local (una compresa fría o hielo envuelto) para reducir inflamación.
- Guarda el diente si se ha caído, en suero fisiológico o leche, y acude al dentista de inmediato. El tiempo es clave.
- Pide una cita de urgencia en Ziving, aunque no veas daño evidente. A veces los traumatismos no se notan de inmediato. Un adecuado control por tu odontopediatra resolverá problemas posteriores y tus dudas!!!
👩⚕️ TIP DE MAMÁ PREVENIDA:
Haz que tus peques caminen, no corran, alrededor de la piscina. Y si usan flotadores, que no se confíen: un tropiezo también puede provocar un golpe en la boca.
💬 En resumen:
Las piscinas son diversión asegurada, ¡pero también debemos estar atentas a los riesgos para sus dientecitos! Con prevención y una reacción rápida, puedes evitar consecuencias a largo plazo.