Cuando iniciamos un tratamiento de ortodoncia, es lógico pensar que nuestros hábitos alimentarios pueden modificarse sensiblemente. Por varios motivos. El principal es que vamos a someter a nuestra dentadura a un proceso de remodelación, lo que implica que no podemos castigarla en exceso; por otro, la higiene ha de ser exhaustiva con la ortodoncia, ya que sobre nuestros dientes hay un aparato que dificulta el cepillado normal. Ortodoncia y alimentación son, por tanto, una pareja que irá de la mano durante nuestro tratamiento.
En este artículo vamos a dar respuesta a todas las dudas que surgen al respecto.
Incorpora todo tipo de nutrientes
Llevar una ortodoncia no implica renunciar a ningún tipo de nutrientes; todo lo contrario. La cuestión es encontrar la manera de alimentarnos de forma completa sin que nuestros dientes o los músculos que intervienen en la masticación se cansen más de la cuenta. Tenemos tres grupos de alimentación principales: carbohidratos, proteínas y grasas. Los primeros los cubrimos sobradamente con verduras, quizá el grupo de alimentos en general más fáciles de deglutir con ortodoncia. Las grasas tampoco suponen un problema. En cuanto a las proteínas, la mejor forma de incorporarlas a nuestra alimentación serán el huevo (fácil de masticar y digerir) y los lácteos (yogures, leche, etcétera).
Primeros pasos: masticar lo menos posible
Suele ocurrir, al menos los primeros días, que la ortodoncia nos moleste. Es un proceso normal. Aunque en Gross Dentistas aplicamos todas las pautas en nuestra mano para que las molestias se reduzcan al máximo, hay encías y bocas más sensibles que otras.
¿Qué podemos comer al principio?
Para facilitar que nos acostumbremos a los brackets, recomendamos ingerir alimentos triturados los primeros días. Las cremas y los purés son una fantástica opción. En verano, existen numerosas cremas frías deliciosas y fáciles de comer: el gazpacho o la porra, por ejemplo, son platos muy nutritivos, que apetecen mucho en verano y fáciles de consumir durante los primeros días de ortodoncia. Eso sí, es conveniente evitar tropezones como los del jamón, que se pueden adherir a los brackets. Lo ideal es eliminarlo o sustituirlo por atún y añadir, claro está, huevo cocido. Nuestro fantástico ajoblanco es otro alimento bien tolerado (siempre que eliminemos la piel de las uvas y no contenga un exceso de vinagre).
Los yogures son excelentes opciones de postre, pues no precisan masticación. Si queremos darnos algún capricho, helados y flanes pueden ser una opción, pero moderadamente, y no por la ortoncia, sino porque, como sabemos, el azúcar no es amigo de la higiene bucal.
Vitamina A para evitar las llagas
La vitamina A ayuda a mantener las mucosas en buen estado de salud, y es perfecta para acabar con las llagas que pueden aparecer en esos primeros días. Incorpora a tu dieta alimentos ricos en esta vitamina. La leche, las verduras y frutas de color anaranjado son ricas en vitamina A: una crema de calabaza y zanahoria o un batido de mango son opciones fantásticas para tus primeros días de ortodoncia.
Vitamina C, un cicatrizante natural
Si la vitamina A restaura la mucosa bucal, la C ayuda a que las heridas cicatricen. En el caso de que aparezca alguna llaga, piensa en incorporar alimentos ricos en vitamina C. No solo los cítricos, que pueden irritar la mucosa por su acidez, la contienen en grandes cantidades. El brócoli o la sandía son grandes fuentes de esta vitamina.
Después de la primera semana de ortodoncia
Normalmente, después de la primera semana se reduce notablemente la sensación de extrañeza de la ortodoncia. Podremos entonces incorporar nuevos alimentos.
Usa cocciones más prolongadas
Si eres de los que suele tomar los alimentos al dente, te sugerimos que, con la ortodoncia, pases a periodos de cocción más largos. La verdura, por ejemplo, resulta más fácil de masticar si está blandita. Evita, eso sí, vegetales demasiado fibrosos, como el puerro, las acelgas, etcétera. Es sobre todo una medida de prevención para que no se enreden en los brackets.
¿Carne o pescado?
Como decíamos antes, la proteína no tiene por qué faltar en nuestra dieta por el hecho de llevar brackets. Es más, tenemos que cuidar que la ortodoncia no afecte a la alimentación en lo que a nutrientes se refiere.
Si has de elegir entre carne o pescado, la opción del mar siempre va a ser la mejor. El pescado es más fácil de masticar y no se adhiere especialmente a los alambres de los brackets. Sin embargo, la carne es más fibrosa y hemos de tomar precauciones con ella. Debemos evitar carnes muy duras, en primer lugar, y puestos a tomarla, escogerlas con una cocción muy prolongada. La carne guisada siempre será preferible a la carne frita o a la plancha.
Ensaladas, sí, pero cambiando algunos ingredientes
Las refrescantes ensaladas son un recurso estupendo. Y más en Málaga, donde el clima nos respeta buena parte del año. Pero debemos tener en cuenta algunos detalles. Evita los ácidos como el vinagre o el limón por si la ortodoncia te ha generado alguna pequeña llaga. Evita vegetales muy fibrosos, como los espárragos blancos. El tomate, mejor pelado, para evitar que la piel se pegue a los brackets. Piensa siempre en ingredientes que te sean fáciles de masticar.
Frutas: mejor en pedazos pequeños
Olvídate por un tiempo de comerte una manzana a bocados. La fruta es recomendabilísima, pero tómala cortada en pedazos pequeños para evitar accidentes.
Pan: cuanto más blando, mejor
Las cortezas duras del pan pueden arañar tu boca y provocar pequeñas lesiones que puedes evitar si consumes un pan de textura más blanda como, por ejemplo, el de molde.
Alimentos prohibidos con la ortodoncia
Hay ciertos alimentos que es mejor evitar durante el tratamiento. Con ellos podemos hacer esfuerzos maxilares inapropiados o dificultar la higiene de nuestra boca. Toma nota.
Carnes muy duras
Ya lo hemos comentado antes. Si en condiciones normales la carne suele adherirse a nuestros dientes, imagina lo que sucederá con la ortodoncia. A la hora de preparar alguna carne, elige triturarla. La carne de ave (pavo, pollo) es más fácil de masticar que las carnes rojas.
Frutos secos
Su textura y tamaño los convierten en aliados perfectos para ensuciar nuestra ortodoncia. Kikos, palomitas de maíz, etcétera, se clavarán en cualquier zona de la boca y pueden provocar dolores y la rotura de algún alambre. Evítalos. Al menos, hasta que manejes con soltura la higiene de tus brackets.
Las ‘chuches’
En general, las chucherías no son recomendables en ningún caso, lleves o no ortodoncia. Pero con ella añadimos dos problemas: el exceso de azúcar, que nos dificultará la higiene bucal posterior, y la textura de los caramelos en general, que es pegajosa y se adhiere a dientes y brackets. Evítalas siempre.